Algún día llegara mi recompensa. Por amar fielmente y con el corazón aunque no reciba ese mismo amor. Por perdonar a quienes más me lastiman sabiendo que ellos jamás me perdonarían si yo hiciera lo mismo. Por respetar a pesar de que a mí no se me respeta. Por ser yo misma, sincera y de sentimientos limpios que hoy en día nadie valora. Algún día alguien se dará cuenta verdaderamente de que los detalles marcan la verdadera diferencia y son los que poco a poco nos hacen abrir paso a la verdadera felicidad. Felicidad sin egoísmo, sin mentiras.