miércoles, 23 de octubre de 2013

Después de ti no hubo nada, solo quedo el miedo de consumirme en mis propios llantos, solo dejaste calles, lugares, incluso horas del día prohibidas para mi, que se han convertido en un campo de batalla contra mi misma, en donde cada recuerdo tuyo es como una mina emocional enterrada sobre la tierra, en donde debo medir cada paso para que mi corazón no vuele en pedazos.

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