La distancia se mide en ganas, en ganas de tocarte, de abrazarte. En las ganas que tengo de que visitemos juntos el parque por el que paso a diario, en ganas de tomarme contigo, este café que se enfría mientras te pienso. En las ganas que tengo de dejar atrás la imaginación y hacer realidad los planes que hago para dos. La distancia se mide en las ganas que tiene mi boca de la tuya, en las ganas de mi cama por poseer tu cuerpo. En las ganas que tengo por que dejes de ser un pensamiento antes de dormir y te conviertas en una realidad de carne y hueso.